Agosto de 2018. En Aldeanegra, localidad de la provincia de Salamanca, Regino, hombre huraño y solitario, es testigo del rapto de Marcos, un niño del pueblo. Un día después Regino aparece muerto en un bosque con signos de violencia. La investigación recae en dos guardias civiles que se han visto obligados a formar equipo y tienen personalidades y experiencias muy distintas.

Laura, la madre Marcos, se quedó embarazada demasiado pronto y las circunstancias la llevaron a vivir en Aldeanegra. Allí pasa sus días con su hijo, Marcos, y Toribio, el abuelo paterno del niño, y, contra todo pronóstico, es feliz. Su hijo ha logrado recomponer los pedazos de unas vidas rotas por el destino, pero la frágil unión de esos trozos se resquebraja cuando el pequeño desaparece en extrañas circunstancias.

Su vecina Hannah tiene ochenta y seis años y sigue siendo una mujer de armas tomar. Con siete años subió sola a un tren en Alemania que la alejó del horror de la guerra, pero que la transportó a una vida llena de adversidades donde sobrevivir se convirtió en el reto más difícil. Ahora vive una vida tranquila junto a su hija. Sin embargo, la desaparición Marcos y su propio pasado reabren viejas cicatrices y le recuerdan que algunas heridas nunca se cierran.