En este episodio, nos metimos de lleno en la tragicomedia de los cuarentones recién divorciados, esos guerreros que ahora viven en un estudio en North Miami, sin pelos en la cabeza y con hijos que los odian. Hablamos del arte de ligar tías en el karaoke, esas que cantan Mocedades con siete gatos en casa. Nos lanzamos a hablar de los vicios que destruyen vidas: drogas, apuestas y... ¡jugar bingo con la abuela! 😜 Discutimos qué es peor, si apostarte la casa o tomarte los ansiolíticos de la abuela para aguantar un viaje de hongos. ¿Apuestas o experiencias? ¡Yo elijo los portobellos en Las Vegas o un picnic con una buena dosis de whisky! Eso sí, si tienes más de 30 años, lleva silla de playa o te arrepentirás. Y sí, señores, hasta discutimos cómo las niñas de 4 años ahora se bajan cervezas en los partidos de fútbol. ¡El mundo se va a la mierda, pero qué risa! Un tema que todos hemos pensado pero nadie se atreve a decir: las pelucas malas. Sí, hablamos de cómo Vin Diesel nos salvó a todos los calvos y de ese desastre que fue la peluca del Menéndez. Pero la cosa se puso más intensa cuando tocamos un tema delicado... ¡los perros en carritos! Señoras, si tu perro parece una rata en un cochecito, reevalúa tu vida. Para cerrar con broche de oro, un rant necesario sobre los abuelos que se creen inmortales y no quieren sentarse en su silla designada. Si te pica lo que escuchaste, estás en el lugar correcto. ¡Dale play!
¡Nos fuimos con todo, papá!