En este episodio, arrancamos con un momento revelador donde confesamos, ¡horror! que algunos de nosotros somos heterosexuales! Claramente, no es lo que esperaban de nosotros, pero aquí estamos... ¡aburridos y todo! Después, un saludito cordial a las divorciadas, porque coño, se lo ganaron, y a los marineros, los Popeye’s de los siete mares, esos panas que llevan nuestra mercancía y quizá, uno que otro pirateo en el Caribe. Nos metimos también a rajar de esos zapatos “ortopédicos” que parecen armaduras de Mad Max y recordar con nostalgia películas del 94, cuando los Oscars eran otro nivel. Ah, y no podía faltar: la tía loca que coquetea con un chamo en Cheque en Blanco. ¡Disney, we need to talk! Cerramos con un debate serio sobre tacos y el Mexican-splaining que hacen los gringos. ¿Quién les dio permiso?
Nos pusimos patriotas y hablamos sobre el 12 de octubre, pero no esperen discursos épicos porque aquí lo que sobra es sarcasmo. Entre risas y debates, tocamos temas serios como la controversia detrás de Cristóbal Colón (¡sí, el gallego!), y cómo algunos chefs y carniceros parecen tener un ego más grande que sus cuchillos. También discutimos el extraño fenómeno de los restaurantes que no aceptan reservas… ¿me estás diciendo que yo tengo que pelear con media ciudad para comer? ¡Increíble! Este episodio viene con dosis de humor, cinismo y un poquito de frustración.
Nos tiramos de cabeza a uno de los temas más polémicos de la gastronomía: ¡las reservas en restaurantes! ¿Quién decide que hacer cola es más exclusivo? A mí me da pereza hacer fila, pero parece que ahora eso es lo “chic”. Hablamos de los lugares que no te sientan si no llega tu grupo completo (¡y el tío Pepe viene saliendo de Sevilla!), de esos amigos que te dejan plantado en el restaurante, y del clásico caribeño que “está en camino” pero sigue en la ducha. Además, anécdotas de chefs que aguantan a clientes “pana” que luego ni dejan propina. ¡No te lo pierdas!