Con cada sorbo de mi café capuchino, el aroma y el calor me envuelven en una reflexión profunda.
Es como el vapor que se eleva desde la taza y desaparece sutilmente en el aire, así es el ejemplo del líder: sutil, pero ineludible. No se ve, pero se siente. No se impone, pero se graba en la esencia de quienes lo rodean.
Sabemos que el liderazgo no es solo una cuestión de títulos o jerarquías; es un arte antiguo, una fuerza silenciosa que moldea el destino de las personas y de toda la organización.
Sin embargo, el líder no camina solo en esta travesía. Su sombra se entrelaza con los hilos invisibles de la cultura organizacional y del clima organizacional, esto es un tapiz tejido con creencias, valores y normas de comportamiento que dictan lo que es aceptable y lo que no.
El líder asume y absorbe la cultura, es como un eco en el tiempo, los comportamientos, sus acciones y sus vínculos, son las que se van haciendo costumbre y resuenan más allá de sus palabras, dejando huellas en todos sus colaboradores y también en la arena del futuro.
Para comprender el poder del ejemplo, primero hay que descifrar el lenguaje oculto de la cultura. Esta revela los símbolos y señales que guían la conducta de los colaboradores, es la verdadera brújula que rige su actuar. ¿Qué se premia y qué se castiga? ¿Qué se celebra en las sombras y qué se oculta a la luz del día? Estas preguntas nos conducen a la esencia misma del liderazgo y su impacto en la organización.
En mi viaje como consultora, he visto cómo algunos líderes iluminan el camino, mientras que otros se convierten en muros infranqueables. Pero incluso aquellos que restringen el crecimiento dejan una enseñanza, pues "el ejemplo" no distingue entre lo positivo y lo negativo: simplemente existe, esperando ser seguido. Y es un hecho, será seguido, copiado, replicado e incluso intensificado.
Cada decisión de un líder es un mensaje cifrado en el lenguaje de los símbolos. Lo que se recompensa y lo que se cuestiona, lo que se aplaude y lo que se ignora, todo ello marca la dirección de una organización. Es un reflejo de valores, conscientes o no, que definen su legado.
La gran pregunta es: ¿Qué legado estás dejando? Porque el liderazgo es, al final, una danza entre la visión y el propósito. Cuando ambos están alineados, el ejemplo se convierte en inspiración, y la inspiración en transformación.
Te hablo sobre este poder invisible y su impacto en el nuevo episodio deCoffee Please. ☕titulado "El poder del ejemplo".
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