Hace pocos días tuve la oportunidad de conversar con Dissandra Viloria, violinista que formó parte del El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela (Fundación Musical Simón Bolívar), este es un programa público nacional de educación musical fundado por el maestro José Antonio Abreu en 1975. La misión de esteproyecto es sistematizar la instrucción y la práctica colectiva e individual de la música, a través de orquestas sinfónicas y coros, como instrumentos de organización social y desarrollo humanístico.
Dissandra nos contó de sus primeros pasos en el mundo de la música, la disciplina que debe existir para profesionalizarse, también de su experiencia al participar en el Festival de Salzburgo 2013. En este importante festival 1.400 jóvenes músicos venezolanos pertenecientes a ocho agrupaciones de El Sistema Nacional de Orquestas, ofrecieron en poco más de tres semanas quince conciertos, muchos de ellos agotados.
Tocamos el tema de su participación en el documentalLos niños de las brisas, dirigido por Marianela Maldonado. Ambientado en los suburbios de Valencia, Venezuela, este documental retrata el proceso de transformación de un grupo de jóvenes músicos que intentan superarse y progresar en el ámbito profesional en medio de las difíciles condiciones económicas que vive Venezuela. Es una película que ofrece un contraste entre un escenario hostil que aparece como obstáculo en el camino de estos jóvenes y su capacidad de reinventarse, su espíritu resiliente. El documental tiene la particularidad de que fue grabado a lo largo de diez años, lo que implica un trabajo más riguroso, un esfuerzo sostenido en el tiempo. Fue nominado a los premios Goya 2025 y aunque no resultó ganador, nos llena de inmenso orgullo que se hayarealizado un material de altísima calidad y que nos representara en este distinguido festival de cine internacional.
El mensaje final de nuestra conversación se centra en la voluntad y perseverancia necesaria para continuar en el camino de la música. Dissandra nos dijo que la música siempre ha sido ese puente que la ha llevado al encuentro de lugares maravillosos.