Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda

Auteur(s): Juan David Betancur Fernandez
  • Résumé

  • Este podcast está dedicado a los cuentos, mitos y leyendas del mundo.
    © 2024 Había una vez...Un cuento, un mito y una leyenda
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Épisodes
  • 587. Un muchacho valiente (Albania)
    Sep 17 2024

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    Juan David Betancur
    elnarradororal@gmail.com

    Había una vez en un lugar lejano seis hermanos, tres hombres y tres mujeres. Como las mujeres eran muy bellas lograron casarse con los tres seres más Maravillosos. Una se caso con el sol, la otra se caso con la luna y la otra se caso con el viento.

    Los tres hermanos vieron partir a sus hermanas y pasado un tiempo sintieron que ya era hora de visitarlas. Así que prepararon alimentos y se pusieron a caminar hasta el fin del mundo donde el sol, la luna y el viento vivían.

    La noche los sorprendio en una pradera al pie de una montana y decidieron acampar allí. Sacaron sus alimentos y con un pedazo de pedernal y una yesca hicieron fuego. El menor de los hermanos que era el más despierto de todos dijo. Vayan a dormir mis hermanos que yo cuido durante la noche.

    Los hermanos mayores se acostaron a dormir y mientras tanto el joven deambulaba dando vueltas vigilando. Lo que no sabía el joven es que en el bosque que estaba cerca vivía un dragón que solía asolar la región y que cuando vio una luz en la pradera supo que allí podría ir a comer.

    El joven vio como una sombra se acercaba y rápidamente se apresto a enfrentarla. La sombra finalmente se revelo como aquel dragón que con ojos desorbitados lo miraba a escasos metros. El joven que desde niño había sido muy valiente desenvaino su espada y con un salto ágil se avalanzo sobre el cuello del dragón.

    El dragón comenzó a dar vueltas tratando de librarse de aquel joven pero no lo pudo hacer, el joven aprovecho que estaba sobre el dragón y le enterro la espada en la espalda. El dragón salto de dolor y su cola alcanzo a mover y apagar el fuego que tenían prendido. Mientras todo esto sucedia los hermano seguían dormidos. El joven salto de nuevo y el dragón al verse herido se dio media vuelta y huyo de nuevo hacia el bosque.

    Con la noche fría el joven temio que sus hermanos se congelaran y al mismo tiempo no quería despertar a sus hermanos así que trato de encontrar el pedernal y la yesca pero el hermano mayor la tenía bajo su cuerpo dormido.

    A lo lejos el joven vio una luz y decidio ir hasta allí para traer el fuego. Camino un buen tiempo pero noto que la madre de la noche pasaba sobre el y se dirigía hacia el horizonte. El joven la llamo y le pregunto hacia donde iba. La madre noche le dijo.

    Voy al amanecer como todos los días ya es hora de que tu cunado el sol salga de nuevo …

    -Voy hacia el amanecer -contestó ella.

    -No quiero que mis hermanos vean el fuego apagado al despertar. ¡No vayas todavía!

    -No puedo evitarlo -dijo la Madre de la Noche. Debo permitir que amanezca cuando llegue el momento.

    El joven se abalanzo sobre ella y la amarro a un arbol. Esperame aquí, te soltare cuando yo regrese.

    Cuando llegó hasta el fuego que se veía a lo lejos, vio que sobre las llamas había un enorme caldero de hierro con doce asas. Levantó el caldero y tomó un leño encendido. En ese momento llegaron los doce ladrones que tenían allí su campamento.

    -¿Cómo pudiste levantar ese caldero? -le preguntaron. ¡Es pesadísimo! Nosotros somos doce y apenas podemos levantarlo entre todos.

    -No lo sé -dijo el mocito. Lo levanté así -y alzó otra vez el caldero sin ningún esfuerzo.

    -¿Te gustaría ayudarnos en nuestra próxima aventura? -le preguntaron los ladrones. Vamos a robar los caballos del rey.

    A nuestro amigo no le gustaba la idea ni mucho ni poco, pero era peligroso llevarles la contraria a doce hombres armados. Era una noche larga, extrañamente larga. Los ladrones consiguieron abrir una brecha en la pared del palacio real y se metieron en el patio de las caballerizas.E

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  • 586. Lulú y Malú (infantil)
    Sep 12 2024

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    Juan David Betancur
    elnarradororal@gmail.com

    El Viaje de Lulú la estrella y Malú el Cometa

    Había una vez, en un rincón lejano del universo, una pequeña estrella llamada lulu y su mejor amigo llamado malu. Lulu la estrella brillaba con una luz cálida y dorada, mientras que malu el cometa tenía una larga cola brillante que dejaba un rastro de colores a su paso.

    Un día, Lulu la estrella y Malu el cometa decidieron emprender una aventura para descubrir los secretos del universo. Se despidieron de su hogar en la Vía Láctea y comenzaron su viaje a través del espacio infinito.

    Un espacio tanta grande que ninguno de los dos alcanzaba ver donde terminaba

    Después de viajar mucho tiempo vieron un planeta que no podían creer que existiera. El planeta era azul y tenía muchas montañas, lagos, ríos y mares. Allí tuvieron la oportunidad de ver como estos mares estaban llenos de animales que nadaban felices. Igualmente las montanas tenían otros animales que corrían por todas las planicies y los valles que formaban las montanas. Los habitantes del planeta, los humanos, les contaron historias sobre la vida en la Tierra y les mostraron sus hermosos paisajes. Lulu la estrella y Malu el cometa quedaron maravillados con la diversidad de vida y la belleza del planeta.

    Luego, volaron hacia el planeta Rojo, Marte. Allí, encontraron valles profundos y montañas gigantes. Aunque Marte estaba desierto, Lulu la estrella y Malu el cometa imaginaron cómo sería si algún día los humanos pudieran vivir allí. Soñaron con ciudades futuristas y jardines marcianos.

    llegaron al planeta Gigante, Júpiter. Júpiter era tan grande que Lulu la estrella y Malu el cometa se sintieron diminutos a su lado. Vieron tormentas gigantes y nubes de colores que parecían bailar en el cielo. Júpiter les enseñó que el universo está lleno de maravillas y sorpresas.

    Su siguiente parada fue el planeta Anillado, Saturno. Los anillos de Saturno eran como un carrusel gigante, y Lulu la estrella y Malu el cometa se divirtieron deslizándose por ellos. Conocieron a los lunas de Saturno, que les contaron historias sobre los misterios del espacio.

    Después de su largo viaje, Lulu la estrella y Malu el cometare gresaron a la Vía Láctea. Habían aprendido mucho sobre el universo y estaban emocionados de compartir sus historias con sus amigos.

    Desde entonces, cada noche, Lulu la estrella brilla un poco más y Malu el cometa deja un rastro más brillante, recordando a todos que el universo es un lugar lleno de magia y aventuras.

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    5 min
  • 585. La tinaja
    Sep 9 2024

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    Juan David Betancur
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    Había una vez Un Emperador que cansado de tanta riqueza y lujo decidio a salir a caminar por el pueblo que estaba en las afueras de su grande y majestuoso palacio. Era una linda mañana y debido a sus múltiples ocupaciones el rey no había visto el sol directamente desde hacia varios días. Así que llamo a su guardia y les dio la orden de que lo acompañaran. Con gran algarabía la guardia iba adelante mientras un grupo de músicos iban tocando las trompetas anunciando la llegada de su majestad.

    Llegando a la plaza central del pueblo, junto a la fuente de agua que todos los habitantes utilizaban para recoger el preciado liquido para sus subsistencia el rey vio a un mendigo recostado a la sombra con una pequeña vasija de barro en sus pies.

    El rey queriendo demostrar magnanimidad se bajo de su carruaje y se acercó al viejo mendigo y le dijo

    Tu …. Dime -¿Qué quieres?

    El mendigo sin levantar la cabeza simplemente le contesto.

    Tu me estas preguntando dirigiéndote a mi mientras descanso…. se rió y dijo:

    -¿Me preguntas como si pudieras satisfacer mi deseo

    El rey se rió mirando a todos los habitantes allí reunidos y dijo:

    -Por supuesto que puedo satisfacer tu deseo. ¿Qué es? Simplemente dímelo. Recuerda que yo soy el rey y tengo poder sobre todo lo que me rodea.

    Y el mendigo aún sin mirar al rey le dijo

    -To te diría que debes pensar dos veces antes de prometer cualquier cosa. Sin importar quien seas o quien te crees que eres.

    El rey ya enojado y viendo como otras personas del pueblo se acercaban a ver que estaba pasando le dijo.

    Te puedo prometer aquí delante de todos que te daré cualquier cosa que pidas. Soy un hombre muy poderoso y no creo que pueda haber algo que tu desees que yo no pueda conseguirte.

    El mendigo que seguía sentado y aún no miraba al rey, señalo despreocupadamente la vasija de barro que tenía a sus pies y le dijo.

    Mira Quisiera que llenaras esa vasija con algo que tu consideres valioso para ti.

    El rey rio de nuevo y le dijo a sus guardias…. Recojan las monedas de oro que tengo en el baúl del carruaje y llenen de oro la vasija de este pobre mendigo. Ya con eso sabrá que yo soy muy rico y poderoso y que le cumpliré cualquier deseo.

    La guardia abrió uno de los cofres del carruaje y llevando con dificultad su contenido comenzaron a echar la monedas en la pobre vasija de barro. Pero por mucho que echaban la vasija no se llenaba. Corrieron a otro de los baúles del carruaje y de nuevo lo abrieron y llevaron su contenido a la vasija, pero esta no se llenaba. Todo lo que echaron adentro se desvanecía y la vasija permanecía vacía como al principio.

    El pueblo que observaba esto comenzaba a murmurar y a mirar al rey que pese a que daba la orden no podía cumplir con el deseo de aquel mendigo.

    Lo que estaba sucediendo era tan misteriosos que rápidamente de voz en voz se corrio la noticia que un pobre mendigo estaba retando al poderoso emperador. Los habitantes comenzaron a llenar todos y cada uno de los rincones de la plaza y el murmullo comenzaba a crecer .

    El emperador alzo la voz y dijo. Tu no podrás derrotarme si te he dicho que llenare tu vasija lo hare sin importarme cuanto me cueste.

    Guardias abran todos los demás cofres y llenen la vasija con lo que allá allí.

    Los guardias abrieron los cofres que aún estaban en el carruaje y vaciaron su contenido en la vasija y todo absolutamente todo desapareció.

    El emperador hizo traer el contenido de su salón del tesoro y todos los diamantes, rubies y esmeraldas fueron echados

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    7 min
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