Si bien, los grandes protagonistas de la Biblia son hombres, la mujer tiene un lugar muy especial en la historia de la salvación. Desde Eva hasta la Virgen María, Dios se reveló a la humanidad múltiples veces y en muchas de ellas las mujeres hicieron historia porque intervinieron en los planes de Dios para la humanidad, ayudando en el desarrollo del misterio de la salvación.