El monitoreo constante de la calidad del agua es fundamental para garantizar que sea segura para el consumo humano, el riego agrícola y los procesos industriales. Este proceso nos ayuda a detectar contaminantes, como bacterias, metales pesados y nutrientes en exceso, que pueden afectar nuestra salud y el medio ambiente. Además, el monitoreo permite cuidar nuestros ecosistemas acuáticos, evitando la contaminación de ríos, lagos y océanos, y asegurando que el agua utilizada en la agricultura y la industria no cause daño. Un agua limpia y segura es clave para un futuro más sostenible y saludable. Hablaremos de ello con la Dra. Ruth Alfaro Cuevas Villanueva del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Tierra de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.