De acuerdo con una antigua costumbre de origen caldeo, y más tarde divulgada y difundida por Hipócrates, (el Padre de la Medicina), cuando la Luna se encuentra en cada uno de los signos zodiacales activa o sensibiliza determinadas zonas del cuerpo que corresponden a ese signo. Para bien o para mal, el paso de la Luna por cada signo zodiacal aumenta la sensibilidad de los órganos y partes del cuerpo implicadas.