El inicio de un nuevo año nos invita a reflexionar sobre el pasado y establecer metas para el futuro. En Filipenses 3:7-14, el apóstol Pablo nos da un ejemplo claro de cómo mirar hacia atrás para valorar lo vivido y hacia adelante para enfocarnos en lo que está por venir. Este mensaje es una guía práctica para los cristianos que desean crecer espiritualmente, destacando dos puntos clave: la gratitud y la autoevaluación espiritual. Analizaremos 2 puntos en estos versículos 1. Mirar atrás para dar gracias a Dios 2. Mirar atrás para examinar nuestra vida