“¡Tu pelo es tan hermoso!” Sonrió la señora mientras pasaba junto a mí en el centro comercial.
“Vaya, ¡gracias!” Agité mi cabello ligeramente para mayor realce.
Ese fue sólo el 50avo cumplido que recibí sobre mi cabello hoy ¡y a mi ego le encantaba!
Verán, desde que era pequeña tenía este espeso y precioso cabello que siempre había sido la envidia de las chicas en mi clase, tan temprano como en el jardín de infantes.
A los 5 años, comencé a hacer comerciales de champú y desde entonces los sigo haciendo.
Con mamá y papá dirigiendo su propia empresa financiera, me quedaba sola en casa…un montón.
No sientan lástima por mí por el momento. Sigan viendo mi historia y vean cómo sucedió todo.
Ah y antes de que me olvide, conocí a mi novio Marco en uno de los comerciales que hice. Su cabello no era tan genial como el mío, pero bueno, ¿qué otro cabello podría serlo?
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