Hoy hablaremos de esa desconcertante experiencia que muchos padres tenemos: sentir que están hablando con las paredes. Pero no se preocupen, porque vamos a desarmar esta orquesta desordenada y aprender a afinar cada instrumento. Porque, al final del día, la comunicación en la familia es como una música: si no está en sintonía, suena mal.