Una de las preguntas más frecuente que recibo es ¿Cómo escuchar la voz de Dios?. Y aunque no hay fórmulas humanas para tal respuesta, descubriremos que frecuentemente y diariamente Dios nos habla de muchas maneras. Espero que en este capítulo puedas ser retado a anhelar escuchar su voz, para obedecer su voz en cada cosa que te hablará.