Lo que antes era una dificultad enorme no sólo para entablar conversaciones, sino sobre todo para las mujeres, salir de casa, conocer otras personas y lograr algún tipo de relación, fuera amorosa o sólo sexual, en un entorno socialmente limitante; hoy de alguna forma se encuentra una solución o un aporte con el mundo de las aplicaciones de citas de encuentros. Muchos que critican las aplicaciones de citas se olvidan que en el pasado intercambiábamos cartas, usábamos agencias de matrimonios. Lo que ha cambiado a partir de la tecnología es la velocidad y también la capacidad de profundizar en el conocimiento de la otra persona para entablar una relación. Entonces no cerremos nuestras opciones y nuestro pensamiento para ver las aplicaciones de citas como algo peligroso, superficial o de nulo aporte para el relacionamiento. Las aplicaciones de citas sí juegan un papel importante para conectar. Podemos tener conversaciones previas, posibilidad de saber si hay coincidencias, si puedo sentir comodidad con la otra persona a partir de sus valores, de sus discursos. Las aplicaciones de citas pueden permitirme con seguridad, explorar ese terreno de nuevas formas de relacionarnos; podemos verlas como herramientas para conectar con otros perfiles de personas, poder hablar y escuchar a otros, incluso poder pensar diferente. Es con las relaciones que nos transformamos, que vamos conociendo otros aspectos de nuestra personalidad., buscando nuevas y tal vez más significativas experiencias.