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Elena creía que no volvería a verla, pero se equivocaba: Tricia ha regresado.Creía que ese pasado lo había podido dejar atrás pero se equivocaba. Las apariciones son mucho más que un mensaje de advertencia. Elena debe hacer algo para resolver lo ocurrido con Tricia.

Kali es una joven dulce, tierna y soñadora. Da clases de inglés a niños pequeños y le gusta pensar que trabaja en lo mismo que Lady Di, la princesa del pueblo y reina de corazones, a quien idolatra en secreto, y que murió justo el día en que ella nació. Kali también es dócil, sumisa y bastante ingenua. Vive condicionada por esos best sellers que tratan sobre el amor romántico y sus atractivas sombras sexuales, los reality shows que propician los encuentros amorosos —por efímeros que estos sean—, las películas y series de televisión.

Elena creía que no volvería a verla, pero se equivocaba: Tricia ha regresado.Creía que ese pasado lo había podido dejar atrás pero se equivocaba. Las apariciones son mucho más que un mensaje de advertencia. Elena debe hacer algo para resolver lo ocurrido con Tricia.

Elena creía que no volvería a verla, pero se equivocaba: Tricia ha regresado.Creía que ese pasado lo había podido dejar atrás pero se equivocaba. Las apariciones son mucho más que un mensaje de advertencia. Elena debe hacer algo para resolver lo ocurrido con Tricia.

Elena creía que no volvería a verla, pero se equivocaba: Tricia ha regresado.Creía que ese pasado lo había podido dejar atrás pero se equivocaba. Las apariciones son mucho más que un mensaje de advertencia. Elena debe hacer algo para resolver lo ocurrido con Tricia.

Elena creía que no volvería a verla, pero se equivocaba: Tricia ha regresado.Creía que ese pasado lo había podido dejar atrás pero se equivocaba. Las apariciones son mucho más que un mensaje de advertencia. Elena debe hacer algo para resolver lo ocurrido con Tricia.

Amelia, la protagonista de la serie, es la anti-heroína por excelencia: su curiosidad la mete en líos de los que sale gracias a su instinto. Esta vez la encontramos en Miami, nuevo destino de su esposo, diplomático. La pareja se ha dado una segunda oportunidad, pero Amelia vuelve a sentirse mujer florero. Por suerte, nuevamente se verá atrapada por una historia que le pasa por estar en el lugar adecuado en el momento adecuado.

Amelia, la protagonista de la serie, es la antiheroína por excelencia: su curiosidad la mete en líos de los que sale gracias a su instinto. Esta vez la encontramos en Miami, nuevo destino de su esposo, diplomático. La pareja se ha dado una segunda oportunidad, pero Amelia vuelve a sentirse mujer florero. Por suerte, nuevamente se verá atrapada por una historia que le pasa por estar en el lugar adecuado en el momento adecuado.

Elena creía que no volvería a verla, pero se equivocaba: Tricia ha regresado.Creía que ese pasado lo había podido dejar atrás pero se equivocaba. Las apariciones son mucho más que un mensaje de advertencia. Elena debe hacer algo para resolver lo ocurrido con Tricia.

Amelia, la protagonista de la serie, es la antiheroína por excelencia: su curiosidad la mete en líos de los que sale gracias a su instinto. Esta vez la encontramos en Miami, nuevo destino de su esposo, diplomático. La pareja se ha dado una segunda oportunidad, pero Amelia vuelve a sentirse mujer florero. Por suerte, nuevamente se verá atrapada por una historia que le pasa por estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. La trama gira en torno a la venta de un cuadro falso de una reconocida pintora mexicana («Roulotte», de Remedios Varo).

Elena creía que no volvería a verla, pero se equivocaba: Tricia ha regresado.Creía que ese pasado lo había podido dejar atrás pero se equivocaba. Las apariciones son mucho más que un mensaje de advertencia. Elena debe hacer algo para resolver lo ocurrido con Tricia.

Elena creía que no volvería a verla, pero se equivocaba: Tricia ha regresado. Creía que ese pasado lo había podido dejar atrás pero se equivocaba. Las apariciones son mucho más que un mensaje de advertencia. Elena debe hacer algo para resolver lo ocurrido con Tricia.

Amélie Nothomb narra la historia de su padre antes de que naciera ella. Una vida llena de peripecias que la autora convierte en gran literatura. En la primera página de este libro encontramos a un hombre frente a un pelotón de fusilamiento. Estamos en el Congo, en 1964. Ese hombre, secuestrado por los rebeldes junto con otros mil quinientos occidentales, es el joven cónsul belga en Stanleyville. Se llama Patrick Nothomb y es el futuro padre de la escritora.

He aquí algunos textos, breves, muy breves porque son los cortos pasos en el caminar, los pequeños eslabones de la vida y la muerte del hombre. A veces somos arrastrados ("ya no camino / el camino me lleva"); otras, el futuro es deseado como desea el ladrón lo robado ("cada nuevo día / es un regalo") y con frecuencia asalta el dolor, la duda o la insatisfacción ("Piensas una cosa / deseas otras / amas otra / haces otra cosa"). Con todo persiste siempre la esperanza y el deseo del más allá ("la eternidad cada día mendiga mi confi anza").

Solo de amor es una antología de poemas de amor que además incluye un libro nuevo con el mismo título.

A pesar de que Jodorowsky se inició en la meditación y el estudio zen de la mano del maestro japonés Ejo Takata, la aplicación de estos conocimientos en la vida la aprendió de un reducido grupo de mujeres ("magas") que nada tenían que ver con el budismo. En este libro nos habla de la escritora y pintora surrealista Leonora Carrington; de Doña Magdalena, que le enseñó el masaje iniciático; de la poderosa actriz mexicana la Tigresa; y de Reyna D'Assia, hija del ocultista G.I. Gurdjieff. Pero en la vida del autor también hubo otras magas...

Alejandro Jodorowsky, cineasta, tarólogo, psicomago, novelista, invitando a una mutación en lo más profundo del ser, explora los meandros del alma humana con "humildad de perro", sin dictar pretenciosas sentencias de filólosofo o de maestro místico. "La facultad de pensar es el más cruel regalo que los dioses nos han dado". Poemas que mezclan a la vez la realidad de un mundo cruel y maravilloso, entre sagrado y profano. Palabra tras palabra, como se deshojan uno a uno los pétalos de una flor, Jodorowsky busca un camino entre las espinas.

Donde el lenguaje no designa una realidad colonizada por la mente, donde se esfuman los sentimientos animales, dode los adornos son barridos por una corriente implacable, donde la única tabla de salvación es la conciencia pura, han naufragado el nombre, la edad, la identidad sexual, las alcachofas de dogmas y los espejos almibarados.

El Tarot es un arte. Y, como todo arte, llega a su cumbre cuando se transforma en poesía. En Yo, el Tarot, síntesis poética que Alejandro Jodorowsky nos ofrece de cada uno de los 22 arcanos mayores, se manifiesta la esencia y la voz de estos 22 "arquetipos". "Los Arcanos, para hablar, nos exigen un olvido de nosotros mismos... El poema, si el lector trata de desentrañarlo con el espíritu de un buscador de tesoros, podrá despertarle las regiones más valiosas de su alma..."

Partiendo desde la idea de que todo es inciatico, Alejandro Jodorowsky nos presenta un libro interpretativo que si bien podría ser de los sueños, se acerca al lenguaje coloquial de los chistes desde un punto de vista filosófico zen. Los chistes nos muestran una satirización de la realidad, una manera de ver a lo cotidiano como algo tan absurdo y real, algo que le podría suceder hasta al más proclive de los seres sin encontrar un razón o un sentido más que algo que paso.