Thor

Thor, hijo de Odín, está llamado a ser el guerrero que lidere la lucha contra las fuerzas del caos. Sin embargo, Odín duda: su vástago peca de orgullo y su carácter es volcánico e incontrolable. Cuando Loki gasta una broma pesada a la bella Sif, la prometida de Thor, se desatan los acontecimientos. Odín envía a Loki al mundo de los enanos en busca de presentes para reparar la afrenta, de donde regresa con un arma singular: el martillo Mjölnir, capaz de dominar el rayo.

Acompañado de Loki y sus dos escuderos humanos, los jóvenes Thialfi y Roskva, Thor se interna en Jötunheim, la tierra de los gigantes. Su propósito es averiguar hasta qué punto estos seres conocen la magia, lo que constituiría una amenaza para el equilibrio del mundo. En su búsqueda se enfrentarán con criaturas nunca vistas que suponen un reto incluso para el dios del trueno. Pero este no será el único peligro con el que se medirán durante el viaje: atrapados en la fortaleza del enigmático rey gigante Utgardaloki, pronto descubrirán que sus poderes divinos pueden no ser suficientes para regresar con vida.

Thor es presa del desánimo. Aún no es capaz de controlar la fuerza que le brinda Mjölnir, su martillo, y a eso suma el recuerdo amargo de las humillaciones sufridas en su periplo por Jötunheim. Entre tanto, Loki, que lo había acompañado en aquel viaje, sigue fascinado por la magia de Jötunheim y decide volver para aprender más sobre ella, pero cuando arriba a las tierras del gigante Geirrod comete un grave error. Odín, siempre atento a cualquier avatar del que pueda extraerse una lección para Thor, aprovecha el desliz de Loki para poner a su hijo en una complicada tesitura donde habrá de templar sus armas, pero, sobre todo, su ánimo.

Odín vive con preocupación la impulsividad de Thor. Son ya demasiadas las veces en que su hijo, aguijoneado por una vanidosa imprudencia, ha puesto en peligro con sus acciones temerarias a aquellos a quienes debería proteger. Odín decide tomar cartas en el asunto y, para poner coto al carácter irreflexivo del dios del trueno, urde una arriesgada estratagema.

La ambición de Thrud, la hija de Thor y la diosa Sif, es la de convertirse en valkiria. Tanto ella como sus dos hermanos son amigos de Alvis, un enano cuyo talento como herrero es extraordinario. El avieso Loki descubre que Alvis está enamorado de Thrud y convence al enano para que forje una fabulosa espada para la joven. Thrud recibe alborozada el regalo de Alvis, pues lo considera una declaración de amor que confirma la atracción que ambos sentían desde hace tiempo.

Tras la descomunal pelea que Thor libró con el gigante Hrungnir, el dios del trueno comprueba con estupor que Mjölnir, su martillo mágico, ha desaparecido. La preocupación se extiende a todos los habitantes de Asgard que se preguntan por el paradero de arma tan extraordinaria y temen que haya caído en malas manos. Dichos temores son fundados, pues el nuevo dueño de Mjölnir es el gigante Thrym, que solo está dispuesto a devolverlo a su legítimo propietario si se cumple una condición: casarse con Freya, la más hermosa de las diosas.