Épisodes

  • Canal de encuentro interior
    Feb 20 2025

    Audio explicativo del canal de meditación libre

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  • ¿Para qué puede servir la meditación?
    Feb 20 2025

    ¿Para qué puede servir la meditación?


    En muchas ocasiones se valora la importancia de la meditación de cara a producir un cambio social positivo.


    Muchas veces se estima que aunque puede ser de gran beneficio para la persona no es de utilidad para lograr un mundo mejor y por ello se desestima y se descarta.


    Es normal que pensemos que por sentarnos en meditación no va a cambiar nada en esa vida humana que nos rodea y envuelve.


    Pronto nos daremos cuenta que mantener una práctica meditativa cotidiana mejora nuestra calidad de vida y nuestras relaciones con los demás serán más conscientes de manera que vamos a afectar a nuestro entorno positivamente. Dejaremos a un lado las posturas reaccionarias y nos basaremos en lo cercano, lo que sí podemos mejorar.


    La sociedad nos invade de preocupaciones sobre temas que no podemos alcanzar, ni siquiera conocer la realidad de los sucesos y por ello nos aliena tremendamente llegando a la conclusión de que nada podremos hacer para evitar el curso de las cosas.


    Se requiere entonces percibir nuestro entorno cercano y que profundicémoslo mucho más en el silencio de la meditación accediendo a la sensación de ser.


    Entrando en ese silencio dejando nuestra idea de yo, sin más intenciones que escuchar nuestro interior, veremos que toda esa capa de ideas e influencias sobre “cómo está el mundo” desaparece en pos de percibir nuestra realidad interior.


    Vemos que la idea de no poder cambiar el curso de la humanidad está generada desde ese exterior adherido a la idea limitada del yo y lo lejano.


    Cuando nos apoyamos en esa sensación de ser interior y dejamos todo lo efímero y humano fuera de nuestra atención muy pronto la calma y la paz nos llenarán por completo.


    Con ello las ideas de límites e incapacidades desaparecen y a cambio se ampliará nuestra sensación de ser y nuestra capacidad de sentir la realidad interior de todo.


    En esos momentos la sensación de realidad es mucho más intensa que cuando estamos envueltos en esos enjambres de pensamientos que nos aplastan sobre lo que es la vida y su utilidad.


    Si estamos meditando en grupo tendremos la certeza de estar conectados al interior de los demás y de que compartimos una misma realidad que se expande.


    Dejándonos hacer en esa sensación veremos que no solo englobamos la presencia en el grupo sino que esa misma sensación se percibe en nuestro entorno y en todo lo que existe.


    Se logran una sensación de consciencia mucho más amplia, una fuerza de ser mucho más potente, lo que nos aumenta la sensación de ser verdad y de vivir realmente.


    Esto, lejos de ser una ilusión, es algo que queda almacenado en nuestro interior y que puede mantenerse en el día a día, cada vez con más certeza de ser.


    Estos logros nos animan a seguir dejándonos sentir más y más y a vivir desde la consciencia de ser.


    Esa sensación de ser amplificada es algo que no podremos controlar y que a su vez estará en nuestro interior, se trata de algo mucho mayor que el simple pensamiento de la idea de yo.


    Cuando esa sensación interior supere en fuerza a la idea de yo será ya una constante que nos leva a través de los acontecimientos de la vida.


    Pasaremos de sentirnos separados e individuales a percibir como una unidad que termina por englobar todo lo que nos rodea, ya sean personas, animales o demás manifestaciones en lo material.


    Serenos sensibles espacialmente a todos los seres que meditan en este momento en toda la Tierra con si estuviésemos unidos en esa sensación que nos conecta desde el interior.


    Si no le ponemos un límite tendremos la sensación de estar unidos a la humanidad completa.


    Esa conexión misteriosa es ya en sí misma una transformación completa en nuestra relación con la vida de manera que abrimos una puerta de realización en el corazón humano. Como una puerta que queda a disposición de cada ser y que podrá abrir en base a su libre albedrío.


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    18 min
  • Ser Todo
    Feb 19 2025

    Ser Todo


    Cuando empezamos a escuchar nuestro interior se descubre como un sendero en el que se van desvelando misterios progresivamente.


    Después de tanta búsqueda en el mundo exterior, por fin llega esa respuesta en nuestro dejarnos ser desde dentro.


    Toda la vida depende de algo que se nos ofrece a cada instante. La posibilidad de estar despiertos desde nuestra consciencia de ser y existir.


    Somos sostenido y creados a cada segundo que pasa. Sostenida nuestra vida de principio a fin.


    La actitud correcta de soltarlo todo lo que es vida exterior para ser testigos del existir interior que permanece es la forma más directa y cercana de encontrar la verdad de ser.


    En nuestra mente se desdibuja todo lo que nuestro interior anhela y nos dedicamos a intentar sostener un estado ideal y perfecto de ser, mientras que realmente todo ocurre en nuestro interior.


    Todo ello es el producto de nuestra idea de yo separado e individual y es el vehículo de ese incierto viaje a ninguna parte.


    Cuando nos damos cuenta de que ese reflejo exterior no aporta la sensación de ser, sino un estado transitorio, nos independizamos de la necesidad de obtener y directamente lo experimentamos como un estado propio.


    Esa mirada interior entonces se carga de amor a uno mismo y de esta forma logramos acceder a nuestro estado interior de forma cada vez más sencilla.


    Ya no necesitaremos desear, ni luchar, ni esforzarnos, ya que se trata de nuestro estado interior, dejaremos de anhelar puesto que ya somos el origen y el final de lo anhelado.


    Nuestro intento de lograr fuera lo que anhelamos era simplemente el intento de recuperar el estado perdido mientras que somos directamente el estado anhelado.


    Entonces podemos contemplar nuestro interior como un estado permanente donde podemos percibir directamente que tenemos todo lo que antes creíamos ajeno.


    Somos ya una realidad interior y por ello nuestro yo pensado deja de percibirse, ni buscarse, toda la atención que antes dedicábamos a generar un yo pensado ahora la dedicaremos a percibir lo que somos en su magnitud.


    Cuando nos dejamos ser recibimos directamente lo que somos y algo mágico empiézanos a ocurrir.


    Deseamos un contacto con lo real y hemos aprendido la disposición correcta para que nos toque.


    No generamos ninguna idea sobre la sensación de ser ni la adherimos a nuestra idea de yo separado.


    Permaneciendo en ese estado de contemplación de lo que se nos muestra en el interior es como aprendemos a dejarnos estar de forma permanente siéndonosla la sensación interior que se desvela nuestra propia identificación como ser.


    Al permanecer en esa escucha de ser la sensación misma será nuestra mejor forma de estar y permanecer.


    Nuestro interior se irá esponjando cada vez más y tendremos una sensación de no estar incluidos únicamente en el cuerpo, sino de incluir todo lo que nos rodea en la sensación s¡de ser.


    Se trata de la destreza de permanecer en la sensación interior de ser sin recabar en la idea de yo separado. Será como una constante que se sostiene en el espacio y el tiempo.


    El silencio es dejarse hacer. Estar sin hacer. Ser sin percibirnos limitados en base a nuestro cuerpo ni lo que hacemos con él.


    Esa sensación desmoralizada de un yo pertenece a la totalidad, a la unidad y se irá integrando en el Uno.


    Podemos experimentar esa sensación de ser un solo ser compartido con todo lo que nos rodea.



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    15 min
  • Todo se vive en el interior
    Feb 19 2025

    Todo se vive en el interior


    Dejarse ser siempre será la forma más directa de entrar en contacto con lo que somos.


    ¿Qué otra cosa mejor que hacer en la vida que dejarse ser y ser consciente de que estamos vivos?


    Estamos unidos a una realidad en la que creemos necesitar manifestarnos para ser, que hemos de esforzarnos para conseguir lo que anhelamos.


    Algo así, como si nos hubiesen quitado algo fundamental para ser y puesto en su lugar la experiencia de existir en base a un cuerpo y que precisamente ese cuerpo sería como el envoltorio que contiene nuestra verdad y que a su vez nos impide verla y percibirla directamente.


    Por ello, nos volvemos tan necesitados y dependientes de lo que el exterior nos devuelve y nos indica que somos.


    Lo que anhelamos es recuperar el estado y la sensación de estar unidos a todo, pero al hacerlo mediante esta dimensión física, donde cada ser se manifiesta individual y separado debido a su propio cuerpo, resulta altamente complicado y generalmente resulta en decepcionante.


    Son sucesivos intentos de lograrlo donde podemos lograr cierta sensación de conseguirlo, resultando pronto efímero o decepcionante.


    Finalmente, llegamos a la conclusión de que son estados utópicos abandonando toda esperanza y aceptándomelos la “mediocridad” de la vida.


    Por contra, si aceptamos esa realidad y nos preguntamos el ¿por qué lo añoramos? Y seguidamente indagamos en nuestra realidad interior, veremos que el origen de esos anhelos está en nuestra realidad interior que s el que anhela y nos impulsa a buscar.


    Toca entonces, indagar en uno mismo e investigar sobre el motivo de que nuestro interior nos demande lo perfecto.


    En esa indagación, pronto comprenderemos que eso que anhelamos es un estado interior de auto reconocimiento y que es en nuestro interior donde lo podemos encontrar y aceptar.


    Entonces uno puede estar en esa perfeccionadores interior incondicionalmente, cuando está en la ciudad o en el bosque, bajo el ruido o en el silencio de la naturaleza.


    Donde estémosles podremos permanecer en ese estado interior integrado, verdadero y completo.


    Es en el interior donde recibimos el resultado de nuestra experiencias exteriores y tienen fuerza en nosotros en la medida en que dependemos de ellas.


    Cuando consideramos la realidad de nuestro ser interior lograos un estado permanente de saber ser y ya no dependeremos de los resultados de nuestra experiencia exterior.


    Uno mismo puede generar ese estado pleno simplemente reconociéndooslos que somos una realidad interior frente a toda la experiencia exterior que es completamente efímera y limitada por si misma.


    Toso lo que esperaos recibir del exterior es finalmente un estado interior y por ello podeos generar en nuestro interior ese mismo estado que anhelamos.


    Podemos generar la experiencia interior sin la necesidad de estar en ese bello lugar o recibir ese anhelado amor de los demás.


    Uno mismo genera ese estado interior anhelado y lo podemos hacer con una experiencia exterior y sin ella, uno mismo se lo regala incondicionalmente.


    Podemos imaginar todas las situaciones vividas y deseadas que anhelamos y que nos llenarían de bienestar generando en nuestro interior el estado que resultaría de todo ello y veremos que realmente podemos generarlo igualmente sin ninguna de ellas.


    Todo ese bienestar que estamos recibiendo es ya nuestro estado interior sin necesidad de movernos ni un milímetro.


    Ya no necesitaremos experimentar algo en el exterior para recibir ese estado interior de bienestar al lograrlo.


    Todas as experiencias humanas que nos puedan aportar bienestar están ya en uno mismo si simplemente generamos el estado interior consecuencia de todo ello.


    Podemos recibir el valor de la presencia de todo lo manifestado ya que todo ello provoca y produce un estado interior.


    Es el modo en el que comprendemos el estado de separación que se manifiesta en el mundo físico y el estado de unidad en el que experimentamos todo en nuestro interior.



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    14 min
  • Recuperando nuestro ser real mediante la Voz - TIFERET - 17/12/24
    Feb 18 2025

    Recuperando nuestro ser real mediante la Voz - TIFERET - 17/12/24


    Los seres humanos anhelamos lo perfecto.


    Siempre buscamos algo mejor, que nos complazca más.


    Por lo general, nada de lo que obtenemos nos satisface completamente.


    Cuando alcanzamos algo que hemos deseado, pronto observamos que no es perfecto, que tiene aspectos que nos incomodan y frecuentemente lo rechazamos para poner la atención en un nuevo objetivo que pensamos será realmente el que nos haga felices.


    Esto ocurre en todos los aspectos de nuestra vida humana.


    ¿Por qué y de dónde viene ese anhelo profundo de algo que no logramos saciar?


    Sin duda, proviene de una realidad interior que no puede encontrar, en la realidad exterior y humana, la satisfacción de lo que anhelamos interiormente.


    Nuestro interior es un ser real cuya dimensión está fuera del espacio y del tiempo y se manifiesta en una dimensión que poco tiene que ver con la dimensión física. Por eso es imposible que en la realidad física encuentre una expresión que le acomode a nuestro interior.


    De todo ello, nuestro interior vive en un estado de aceptación de la imposibilidad de experimentar lo que le es propio e intentaremos cancelar cualquier esperanza de encontrarlo.


    Realmente nuestra realidad interior se mantiene alienada como en una cárcel, donde más bien no la escucharemos, pues no nos mostrará más que desengaño y desesperación.


    Con las prácticas de voz pretendemos “resucitar” o “reanimar” nuestro interior, permitiéndonos que se exprese en base a su propia contemplación sin ningún tipo de coerción, ni límite o juicio.


    La propuesta es ir adentro y reconocer que interiormente descubrimos la base de nuestro anhelo de perfección y que realmente somos un ser real que anhela experimentar esa perfección interior.


    Reconocerlo, aceptarlo y dejárnoslo sentir nos permite abrirnos a la expansión de esa realidad en nosotros.


    Entonces, también aceptaremos que no encontraremos un reflejo en lo humano sobre esa perfeccionadores, sino que más bien existe ya en nuestro interior y como tal, no necesitaremos apoyarnos en ningún tipo de expresión, ni acto, ni hecho, ni acción.


    Es perfecta en origen, en nuestro interior antes de que se manifieste en la dimensión física en cualquiera de sus infinitas formas.


    Es algo que nos podemos permitir sentir interiormente y dejar que se exprese en nuestra propia voz para que se haga presente en la realidad física sin depender de ella en absoluto.


    “Somos afección de ser, con o sin expresión o reflejo”.


    Estar en lo perfecto es un estado interior.


    Dejarnos ser sin limitarnos con nuestros juicios o pensamientos, aceptándomelos “no tener razón” en ellos, nos va a permitir la libertad de ser.


    Tendremos la oportunidad de expresar en nuestra voz ese estado interior de reconocernos interiormente reales y perfectos según somos en nuestra propia dimensión interior mientras participamos de lo humano.


    Es una alegría infinita el “no tener razón” según los límites de nuestro pensamiento y aprendizaje, ya que aceptaremos lo real e ese despliegue de nuestra realidad interior.


    Se trata de dejarse ser incondicionalmente sin retenernos en ninguna forma o expresión de forma sostenida en el tiempo según hacemos voz, disfrutando de percibirnos también en la dimensión humana.



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  • Dejando de juzgar para poder ser
    Feb 14 2025

    Dejando de juzgar para poder ser


    Soy una realidad interior y voy a ser capaz de sostenerme en ello en el día a día, mientras me relaciono en la vida.


    Como tal realidad interior aceptamos estar unidos a esta dimensión física y a esta experiencia humana con todas las consecuencias.


    De igual modo que soy consciente de mi realidad interior y de la dificultad que tengo de expresarme en una realidad limitada también he de ser consciente de que la realidad interior de os demás se ve sometida y obligada a lo mismo que nosotros y por lo tanto, del mismo modo que yo mismo he de considerar mi yo real interior, así he de considerarlo en los demás.


    Del mismo modo que he de aceptar mi condición humana mediante la que me expreso en esta realidad física, también he de aceptar la condición humana en la que se expresan los demás, intentándotelos reconocerlos en su dimensión interior en vez de limitarlos a lo aparente mediante nuestra propia visión física.


    Si no juzgamos a los demás según su expresión podremos también no juzgarnos mediante la nuestra.


    Asimilar esta dificultad en meditación es ya un primer paso, el siguiente es mantener nuestro reconocimiento de la realidad interior mientras aceptamos estar en la vida y mientras nos relacionamos con los demás.


    Se trata de sostener la visión interior sobre el otro a la vez que le contemplamos como un ser humano normal.


    Si hemos encontrado nuestra realidad interior y ya vivimos desde dentro, hemos de tolerar el estado que otro ser humano manifieste ya que no dispone del reconocimiento de ser un ser interior, sino que se juzga y valora por medio de los pensamientos adquiridos sobre sí mismo y sobre los demás.


    Si permitimos el aspecto humano en nosotros mismos y lo toleramos por necesario no tendría sentido no hacer lo mismo con el otro.


    Es imposible e incoherente pretender ver nuestra realidad interior y a su vez no ver la de los demás.


    Podemos ayudarnos a no sostener el personaje y actuar mutuamente desde el interior.


    Hemos de desarrollar una docilidad desde nuestra idea de yo para que no querámoslas “tener razón” ya que los juicios que hacemos al mundo se vuelven recíprocos, ya que todos estamos mediatizados por la capa física y humana, origen de lo imperfecto.

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  • La luz de la vela nos enseña a Ser
    Feb 14 2025

    La luz de la vela nos enseña a Ser


    El contemplar la vela en meditación se nos da la posibilidad de dejar todo lo que no es la luz de la vela al margen y aceptar ese “no tengo razón”.


    Más que nada porque nos da la oportunidad de sostener una vida sin tener que sostener esos pensamientos diarios que captan en gran medida nuestra atención y energía.


    Si nos permitiésemos estar un tiempo sin sostener el pensamiento de ser algo podríamos reconocer lo que sí somos en realidad.


    Por eso, si cedemos a la luz de la vela, en contemplación, podremos percatarnos de que somos una realidad al margen del hecho de pensar. Al margen de la necesidad de vernos.


    Si cedemos nuestro hábito de querer ver o saber, podríamos observar la calma y la paz que reside en ser, sin más.


    Podríamos reconocer que somos algo muy diferente al sujeto absorbido por los acontecimientos de la vida humana.


    Necesitamos mantener esa contemplación el suficiente tiempo como para asentarnos en la sensación de ser y la calma que acontece.


    Entonces la vela es como si entrase en nuestro interior e iluminase nuestro interior ensanchando nuestro mundo interior.


    Cuando se ilumina nuestro interior las sombras desaparecen.


    Si en ese estado nos ofreciesen que nuestra percepción de lo que somos cambiase radicalmente en base a esa paz, ¿lo aceptaríamos? O ¿seguiríamos aferrados al estado inquieto de ser lo que pensamos?


    Todo lo que ha pasado no se puede cambiar, pero podríamos entrar en una idea de yo basada en esa calma y ese saber ser lo que somos interiormente.


    ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestra idea de yo? ¿Me daría una oportunidad?


    O, ¿voy a seguir apegado a esa idea de yo generada por los acontecimientos de mi vida?


    Nadie nos dice que no tengamos motivos que justifiquen nuestra idea de yo humana y a la vez vemos que somos interiormente algo que es ajeno a todo ello y que puede ser en sí mismo nuestra verdadera realidad.


    Diremos, sí, porque me ha pasado todo esto tengo razón en sostener esa idea de yo, víctima de todo ello y por lo tanto no lo soltaré porque es la justificación de mi construcción como yo y antes que nada no dejaré de ser algo que me dio una identidad.


    Estaría bien reflexionar un rato sobre si decidir darme una oportunidad para ser algo diferente, consecuencia de lo que somos en verdad.


    ¿Me voy a dejar libre para ser la verdad que somos?


    Si me permitiese dar unos pasos desde ese ser libre que somos nos daríamos cuenta de los ligeros quedemos llegar a ser.


    Si me dejase ser de ese modo podría expandir mi ser, ¿pero estoy dispuesto a renunciar a todas las causas que me alejaron de ser y construyeron nuestra identidad?


    Con nuestras memorias y los pensamientos que generan sostenemos una cárcel que nos obliga a ser un subproducto y lo peor es que queremos tener razón.


    Las condiciones exteriores podrán seguir sin cambios, seguir recibiendo ese hostigamiento, pero ¿hay alguien más que uno mismo el que pueda obligarnos a sostener esa idea de yo víctima?


    En esa calma que nos trasmite la vela podremos decidir darnos lo bueno, llenarnos de su luz, aceptar la sensación interior de ser y sostenernos en base a esa realidad interior que realmente somos.


    La experiencia humana es como una fábrica de justificaciones para no dejarnos ser lo que realmente somos. Siempre nos brindará nuevas justificaciones generosamente que aceptaremos sin ninguna dificultad, ignorando que nosotros mismos cedemos a esa identidad condicionada.


    Entonces, ahora que estamos con nuestro interior iluminado por la quietud de la vela, tenemos la oportunidad de dejarnos expandir en esa sensación de ser.


    Al inhalar, nos cargamos de la luz de la vela, reconociéndooslos que somos una realidad interior, que simplemente se ha creído que somos el cuerpo y lo que a través de él hemos recibido.


    Antes de que pasara nada, teníamos todas las opciones de ser cualquier cosa, sin ser nada de ello. Todo lo que ha pasado, podría no haber pasado.


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  • De la Meditación a la Voz - Somos lo que anhelamos - 15/12/24
    Jan 22 2025

    De la Meditación a la Voz - Somos lo que anhelamos - 15/12/24


    Vamos a apartarnos de todo lo que conocemos porque todo ello forma parte de lo que hemos adquirido por y con unos medios que son los mismos de que disponemos en este momento, en el cual aceptamos no saber nada sobre la Verdad.


    Ese es el motivo por el que debemos rechazar todo conocimiento o creencia para llevarnos a un estado perceptivo que nos permita percibir la realidad al margen de todo lo que sabemos como seres humanos.


    Cuando pensamos que ya hemos alcanzado un conocimiento tenderemos a contemplarlo como haber alcanzado algo y en ese momento cerraremos el estado de receptividad generando nuevamente una identidad separada de la propia Verdad.


    Si soltamos la comprensión en nuestra mente separada y mantenemos la receptividad estaremos acercándonos a la propia Verdad.


    Mientras avanzamos en ese acercarnos, siempre tenderemos a impactarnos y querer crear una idea superior y volveremos a separarnos de la Fuente.


    Contener la respiración y dejarnos inundar por la Verdad si generar ninguna idea será la que finalmente nos haga uno con ella.


    La individualidad en la que nos manifestamos siempre querrá contener lo significativo de la Verdad y es esta tendencia la que nos hace alejarnos cada vez.


    A nuestra mente racional le deberíamos preguntar ¿por qué buscamos lo perfecto? Y ¿porque tenemos la tendencia de querer incorporarlo a nuestra identidad separada?


    Toda la humanidad anhela algo lo más perfecto posible de manera que se incorpora a lo que uno mismo anhela ser.


    Utilizamos la voz en la prácticas para manifestar ese anhelo de perfeccionadores, movilizarlo y verlo representado para poder indagar en él.


    Nos permitimos no ser perfectos en nuestra voz pero al mismo tiempo nuestro anhelo es preciso y real.


    Sabemos que nunca una expresión podrá ser perfecta y sin embargo nuestro anhelo si es perfecto. Es un intento de materializar dentro de uno mismo esa realidad que se siente perfecta y muy real.


    Cuando logramos reconocer en nuestro interior la magnitud de nuestro anhelo y nos unimos a él, seguramente ya no necesitaremos realizar acto alguno, ya que habremos encontrado lo que buscamos.


    En la práctica se propone que nos demos cuenta de que todo lo que hacemos se inicia desde el interior por lo que podemos permitir que ese querer hacer o manifestar lo pongámoste en nuestra voz.


    Aceptamos que ser es hacer cosas pero en realidad somos antes de hacerlas.


    Hemos de mantener una actitud de “no tener razón” en base a lo que sabemos para estar dispuestos a percibir sin prejuicios ni límenes lo que se pueda manifestar.


    Opine lo que opine mi pensamiento no es luz, mas bien tengo opinión porque me lo permite la energía que nos sustenta que es nuestra base real.


    Simplemente porque somos sostenidos podemos generar una idea sobre la Verdad, pero siempre será una representación o un reflejo.


    Sostenerse en la Verdad es no dejar de escucharla sin posibilidad de interpretarla.


    En el momento en que únicamente permanezca la percepción de lo real sin hacer estaremos integrados en ella.



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