En este episodio del podcast, arrancamos a full con historias de vuelos de terror y anécdotas de la cocina que te dejarán diciendo “¡la vaina está dura!”. Hablamos de esos pequeños objetos que tienen un valor sentimental (sí, hasta tus cuchillos pueden tener amor) y cómo cada cosa, desde un buen colchón hasta esos libros que te hacen sentir vivo, cuentan en esta loca vida. Además, le tiramos caña al tema de la tecnología: microchips, competencia global y cómo el mundo digital y la censura están cambiando el juego.
Nos lanzamos a la gozadera con historias de la cocina que te hacen reír mientras hablamos de esos accidentes ridículos, como cuando se te quema el pollo porque se evaporó el agua. Entre anécdotas del restaurante y comentarios sobre la vida en California, debatimos cómo la tecnología, los microchips y hasta los fuegos en Los Ángeles se mezclan con las penas y placeres de la vida.
Entre preguntas inoportunas de clientes curiosos y esos momentos en que el chef solo quiere concentrarse en hacer magia con los sabores, reflexionamos sobre la presión de ser observado y la importancia de mantener la calidad a pesar de todo el caos. Con nuestro toque sarcástico y picante, recordamos que en el restaurante, como en la vida, hay que tener pasión y sentido del humor para sobrellevar cada día, ¡aunque te hagan sentir como si fueras un animal de zoológico!